ANKARA.- La familia del niño sirio cuyo cadáver terminó en una playa turca intentaba emigrar a Canadá tras huir de la ciudad de Kobane, asolada por la guerra civil interna que desangra al país desde hace cuatro años. La fotografía del pequeño cuerpo del niño de tres años Aylan Kurdi, devuelto por las olas en la localidad turística de Bodrum, en el mar Egeo, conmocionó las redes sociales y la opinión pública mundial, provocando indignación por la falta de acción de los países desarrollados para ayudar a los refugiados.
Su hermano de 5 años Galip y su madre Rehan, de 35, también murieron después de que su embarcación naufragara mientras intentaban alcanzar la isla griega de Kos. Ninguno llevaba salvavidas.
Su padre, Abdulah Kurdi, fue encontrado semiconsciente y llevado a un hospital cercano a Bodrum. “El barco se hundió porque varios se levantaron; yo sostenía la mano de mi mujer; pero mis hijos se me resbalaron de las manos”, contó entre sollozos. “Estaba todo oscuro, yo intenté nadar hasta la costa siguiendo las luces, pero no pude encontrar a mi mujer y a mis hijos una vez en tierra”, indicó Abdulah, que aseguró que ya no tiene sentido seguir viaje y que volverá a Kobane a enterrar a su familia.
“Me enteré de la noticia a las cinco de la mañana”, afirmó Teema Kurdi, hermana de Abdulah y residente en Vancouver, en declaraciones recogidas por el periódico canadiense “National Post”. Teema fue contactada por la esposa de uno de los hermanos de Abdulah.
“Recibió una llamada de Abdullah, y lo único que dijo fue: mi esposa y mis dos hijos están muertos”, comentó Teema. Abdulah, su esposa e hijos habían solicitado el estatus de refugiado con aval privado a las autoridades canadienses, que les fue denegada en junio por complicaciones con las solicitudes desde Turquía, dijo Teema, según el medio canadiense.
“Estaba intentarlo avalarlos, y tengo amigos y vecinos que me ayudaron con los depósitos bancarios, pero no pudimos sacarlos, y por eso se fueron en el barco”, dijo. “Incluso les pagaba un alquiler en Turquía, pero es horrible cómo tratan a los sirios allí”, agregó.
Turquía ha sido elogiada internacionalmente por acoger a dos millones de refugiados desde que comenzó la guerra civil en Siria en marzo de 2011, gastando más de U$S 6.000 millones en atenderlos.
Pero el Gobierno ha advertido de que está llegando al límite de su capacidad, y ahora miles de personas hacen el peligroso viaje en barco desde Turquía a Grecia en un intento por entrar en Europa.
Kobane, un pueblo en el Norte de Siria cerca de la frontera turca, fue hace varios meses escenario de duros enfrentamientos entre guerrilleros del Estado Islámico (ISIS) y las fuerzas regionales kurdas que lo defendía. Es una zona donde la población kurda es mayoritaria.
El chico fue uno de los 12 refugiados sirios que murieron tratando de llegar a Grecia en botes -gomones- que se hundieron en aguas turcas. La Guardia Costera informó que los dos botes naufragaron luego de salir por separado desde la península de Bodrum hacia la isla griega de Kos, en el mar Egeo.
Los cuerpos de los 12 refugiados, entre ellos los de cinco chicos y una mujer, fueron encontrados en la playa; otros 15 fueron rescatados. Miles huyen del conflicto y se han instalado en la costa turca del Mar Egeo para tratar de entrar a Grecia, punto de acceso a la Unión Europea. (DPA-especial)